Pedro León Jaramillo

Pedro León Jaramillo, en su momento, fue el narcotraficante más zagas e ingenioso que existió en el mundo delincuencial. Construyó un imperio silencioso que lo llevó a cometer extravagancias como construir un bunker bajo un lago repleto de hipopótamos y guardar allí miles de millones de dólares en efectivo. Estuvo camuflado durante 25 años sin que las autoridades supieran de sus actividades ilícitas. Una vez puesto al descubierto, empezó una carrera desenfrenada para huir de la justicia. En medio de esa persecución, empezó a atacar al Estado para procurar una negociación y en uno de esos ataques, un carro bomba al Congreso de la República, cae su hijo Juan Carlos. Su muerte causa un dolor inmenso que El Capo nunca superará. Pero las tragedias a las que arrastra a sus familiares van más allá. En esa guerra también mueren su hermano Nancho, su madre, y su mejor amiga y amante del alma Perrys. Esta tragedia de muerte y persecución a la que ha sometido a su familia y a sus amigos más entrañables, lo pone contra las cuerdas y lo empieza a hacer reflexionar. Pero un Capo nunca se entrega. Prefiere la muerte.

Como es imposible atrapar al Capo, la DEA captura a su esposa y a su hija y las lleva a una corte en Miami, pensando que de esta forma el Capo se entregará para salvarles el pellejo. Pero el Capo va más allá… Hace construir un submarino y, desafiando toda lógica, viaja a los Estados Unidos a sacarlas de la cárcel. Y lo logra en una cinematográfica fuga. Pero su hija lo aborrece. Sabe que por culpa suya su hermano y su esposo han muerto y su madre ha sufrido los vejámenes de la cárcel. Pero el Capo quiere reivindicarse para recuperar el amor de su hija y su esposa. La única manera de hacerlo es haciendo algo extraordinario. Algo que recupere la admiración de sus dos mujeres hacia él. Entonces se entrega y desde la cárcel inventa la manera de acabar con el narcotráfico: El Proyecto OPAC. Regalar drogas en las calles de las grandes ciudades para atacar directamente el negocio y quebrar a los narcotraficantes. El proyecto funciona en sus inicios pero los gobiernos no lo continúan. Algunos por negligencia, otros por ignorancia y otros por corruptos. Los narcos que los han financiado saben que legalizar la droga acabará sus negocios.